Mort
Como gran aficionado que soy a la literatura fantástica, al humor absurdo y a meterme donde no me llaman, hoy os voy a deleitar con el primer capítulo de una pequeña historia que empecé a escribir hace ya tiempo.
Los que conozcais a Terry Pratchet reconocereis inmediatamente al personaje, aunque lo mio es un humilde homenaje que no llega a la altura del maestro.
PD: Prometo que el próximo Post será más cortito.
Los que conozcais a Terry Pratchet reconocereis inmediatamente al personaje, aunque lo mio es un humilde homenaje que no llega a la altura del maestro.
PD: Prometo que el próximo Post será más cortito.
MORT
CAPÍTULO 1. EL ENTIERRO
No se si a otras personas les ocurrirá lo mismo, pero cuando el fino velo de la noche cae sobre mis ojos, nada es lo que parece.
SeGuiR LeYeNDo...
Todo comenzó hará cosa de 5 años. Recuerdo que estaba en el funeral de la tía Petunia y allí la vi por primera vez. Una figura alta, delgada y aparentemente con un dudoso gusto por las túnicas de color negro. Me quedé sorprendido de que a nadie le alarmase su aspecto, pero visto que no creaba ninguna conmoción entre los presentes decidí que sería algún pariente lejano del que nunca había tenido noticia.
Terminado el ritual religioso, y con el cuerpo de mi tía sepultado bajo dos metros de tierra, todo el mundo abandonaba el cementerio. Todos excepto aquel posible pariente, que permanecía en el mismo sitio desde que lo vi. De hecho, es que no había hablado con nadie, o al menos yo no lo había visto.
Mi naturaleza curiosa me puede, ya lo sé, y algún día me matará, como aquel dicho de que una curiosa mató un gato, o algo así, ¿no?
Sin poder resistirlo más me acerco a la misteriosa figura para saludarla y descubrir por fin a esa fascinante persona capaz de desafiar todas las imposiciones de la moda, vistiéndose con lo que parecía ser una sábana de color negro para cubrirse el cuerpo.
- Hola, soy el sobrino de Petunia- le dije mientras le extendía la mano.
Parecía no haberse enterado de mi presencia, o tal vez era que solo me ignoraba, aunque no imaginaba cuan equivocado estaba. Al parecer estaba buscando algo.
- Maldita sea - murmuraba con una voz hueca que sonaba a un micrófono mal conectado - ¡He perdido la lista! ¡Tenia que haberle puesto una cuerda de esas para poder encontrarla.
Mas interesado que molesto por que me ignorase, me puse instintivamente a buscar esa cosa que había perdido, fuese lo que fuese.
Cuando se me pierde algo, tengo una técnica infalible para encontrarlo. Preguntarle a mi madre. El problema es que no estaba allí en ese momento, así que me puse manos a la obra y por fin encontré algo que brillaba en el suelo.
Lo recogí y se lo devolví inmediatamente. Entonces me miró como si por primera vez se percatase de que había alguien allí.
- ¿Puedes verme? - me dijo entre incrédula y excitada
- Mmmm... claro que si, ¿porqué no iba a poder verte?
- Bueno - dijo la figura - normalmente solo me pueden ver los gatos y las personas que hay en esta lista
Perfecto, pensé. Ya se porqué nadie quería hablarme de este pariente. Definitivamente está como una regadera.
- ¿Y como es que nunca te he visto en las reuniones familiares? - le pregunté mientras observaba como se metía en uno de los bolsillos de la túnica ese extraño objeto.¿Eran huesos desnudos lo que he visto salir de la túnica?, (mmm.. no puede ser)
- Solo vengo por aquí por cuestiones de trabajo y ya sabes como es eso, siempre con prisas, siempre de un lado para otro... - decía mientras agitaba los brazos por encima de su cabeza.
- Si.... mmmm.... ya entiendo....
Estupendo, seguro que se ha escapado de alguna institución mental y la estarán buscando. Además, debería ser delito ir por la calle vestida con túnica negra y calcetines amarillos, que por cierto por el olor que despiden, parece que están hechos a base de queso de cabrales.
- En fin.. ha sido un placer ayudarte, pero debo irme
- Todos tenemos prisa... - murmuraba a la vez que ojeaba el extraño objeto - Ya estoy acostumbrada a no hablar con nadie...
Aquello me llegó al alma. No se si fue la insolación de llevar toda la mañana esperando que enterrasen a mi tía. No se si fue que su voz sonaba hueca o lastimera, pero cometí un error del que todavía no se si arrepentirme.
Me quedé allí a darle palique.
2 comentarios:
No conozco a Terry no no, pero tu relato es weno. Me has sorprendido gratamente con la autoría. Espero leer pronto el segundo capítulo aunque se adivina ya quién es la misteriosa de calcetines amarillos (que gracia) uhmmm espero me sorprendas..
Totalmente de acuerdo con la poli!:) tengo ganitas ya de leer el 2º capitulo!
Por cierto, a tu "familiar de tunica negra y calcetines amarillos" me lo imaginaba a lo muerte de padre de familia :P (y con esto espero no chafarle la emoción al que no se imaginara quien podía ser el extraño famliar..)
Nos vemos!!!
Publicar un comentario