BauM eN Oz
El origen de la historia se halla en un cuento que Baum inventó y relataba a sus hijos y sus amiguitos. El nombre de Oz tuvo un origen casual y derivó cuando los niños que escuchaban su cuento le preguntaron cómo se llamaba su país imaginario, sus ojos vagaron por la estancia y se fijaron en su archivador de correspondencia que indicaba O-Z (complementando el archivo A-N)
En el cuento de Baum se encuentran, como es frecuente en nuestros relatos infantiles, ecos de la cultura bíblica y de viejas mitologías, a pesar de carecer de cualquier referencia religiosa explícita. Los zapatos mágicos de plata que transportan a Dorothy evocan los pies alados del Dios Mercurio. El mago de Oz es calvo, como calvos eran los sacerdotes egipcios que, para retener su poder sobrenatural, afeitaban sus cabezas. En cuanto al episodio en que Dorothy derrite a la malvada Bruja del Oeste con un cubo de agua, hay que recordar que la Inquisición utilizaba la prueba del agua para averiguar si una mujer era bruja.
Mascaras de la ficción
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